lunes, 24 de mayo de 2010


Se acumulan las muñecas, en cestas una encima de la otra las barbis, se hacen viejas; abre los cajones busca por los armarios, ¿LA ROSAURA? la muñeca de su madre en un rincón en una Lieja de un armario, en casa de los abuelos.


Déjala, no le mandes nada, le dijo el abuelo a la abuela; jugaba ella por el patio en silencio, sumida en un sueño de princesas y príncipes con sus muñecas y sus historias esta a un paso de ser mujer, pero ella se resiste parece que no quiere abandonar su inocencia, no quiere salir de casa de los abuelos para siempre mas así siendo niña.


Lleva todavía sus alas de ángel, un ángel inocente, un ángel de alma blanca, vigilantes están sus allegados que nadie osé herir ho escandalizar tan rico tesoro. Que asimile ella la realidad que le envuelve, que se curta en la dureza de la vida, pero ante todo en el amor, porque sin el no superara las tempestades de la navegación en nuestra ruta por este mundo.


Julio

2 comentarios:

  1. Julio , y , a veces, nunca llegamos a estar curtidas ... aunque las muñecas ya sean reales y estudien leyes.
    Amigo, yo empecé a estimarte desde el primer día que apareciste en mi casa.
    Mi abrazo y felicitación por la ternura de esta entrada.

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  2. Gloria, ni nosotros tampoco llegamos ha se curtidos del todo, Ahunque no se que quiere decir esto de curtidos: digamos que nuestra alma de niño-a,no la queremos dejar del todo: pues sea un buen pasaporte; ya que estamos aqui porque nos han traido. Un abrazo

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